¡No argumenten
con lo que es necesario! El más miserable mendigo aun goza de muchas
superfluidades en su miseria. Concedan a la Naturaleza no más de lo necesario,
y la vida del hombre es tan barata como la de los animales.
Si sólo para abrigarte te vistieras, la Naturaleza no necesita de esas galas que ostentas y más te adornan que te abrigan... mas si de algo, en verdad, necesito, es de resignación.
¡Oh, cielos!, ¡resignación es lo que necesito! Aquí me tienen,
¡oh, dioses!, pobre viejo, tan abrumado de penas como de años; ¡Tales cosas
haré...! No sé cuáles serán, pero serán espanto de la tierra. ¿Creen que vaya
llorar?
¡No, no lloro! ¡Razón tendría el llanto, pero antes que llorar romperé mi corazón en mil pedazos!
¡Oh, mi bufón; me volveré loco!
Mis cenizas, como el Fénix, pueden engendrar un
ave que se vengará en todos ustedes; con esa esperanza levanto los ojos al
cielo, despreciando todo aquello con lo que pretendéis afligirme.
Cuando nacemos
lloramos de parecer sobre este teatro de locos. ¡Buena horma de sombreros! No
es mala estratagema forrar de fieltro los cascos de los caballos.
He de hacer
la prueba, y cuando caiga así sobre estos yernos míos ...
¡A muerte, a muerte,
a muerte, a muerte!
I'll
never pause again, never stand still,
Till either death hath closed these eyes of mine
Or fortune given me measure of revenge.
La venganza según El Rey Lear y Enrique VI, de William Shakespeare.
La venganza según el Real Madrid.