miércoles, 16 de enero de 2013

El truco está en el corazón



Reescuchada Catastrophic Magic Band, apunto.


Resulta muy fácil tanto adular como crucificar por sistema todo lo que hace Juan Carlos Aragón. E igual de fácil resulta, y como todos hacemos, despachar el trabajo de meses y meses con un "bah". Quizá, por eso mismo, lo primero que tendríamos de hacer es empezar a saber distinguir entre ser un poco troll y faltar el respeto; a saber: se puede estar expectante por la llegada de Catastrophic Magic Band, y se puede entrar en un poco de cachondeo que incluso anime al cuarteto, pero el telonazo que ha sufrido el "Supercuarteto por to el careto" me ha parecido un tanto lamentable.

Trolleos aparte, ¿ha sido para tanto esta expectación que había para con la Comparsa de Juan Carlos? Veamos:

EN CONTRA:

- Es Juan Carlos. Ante eso, siempre habrá a quien le eche para atrás lo que haga. A veces el Carnaval me recuerda al fútbol: no se puede disfrutar de una agrupación sin que no se critique a otra. Por eso siempre hay a quien no le pesará el kilo nunca con Aragón.

- La expectación. Onda Cádiz, en su canal de Youtube, había subido en más de 10.000 espectadores su streaming justo antes de empezar la actuación. Cuando se espera mucho, mucho, mucho de alguien, es tan fácil tanto darle puntos como quitárselos. 

- Lo reivindicativo pierde puntos. Si España está en crisis Juan Carlos se frota las manos. Lo malo de esto es que te sabes de memoria qué van a cantar todas las agrupaciones. Todo son tristezas y esto o se aprovecha bien o te juega una mala pasada. Juan Carlos tiene que meter sí o sí uno de tantas letras míticas con las que siempre nos ha fascinado.

- Los "pellejazos". Me asombra un poco que este año la comparsa esté un poco por debajo del nivel de afinación del año pasado, teniendo en cuenta que este peldaño por debajo es cien veces superior a las de muchas otras. No he visto a Paco Pellejo tan acertado como en otros años. Pero aun así, en su (buena) línea.

- El juego de las preliminares. El pase de clasificación es muy traicionero: o empiezas muy, muy fuerte con un repertorio cuidado y fascinas a todo el mundo, o cantas con unos pasodobles y cuplés flojos con la altiva seguridad de que vas a pasar a cuartos y vas a poder mejorar el repertorio. Quizá para ese momento alguien ya se te haya adelantado.

- Cuplés. Seamos serios, ¿qué comparsa tiene cuplés buenos? Con pinzas. Pero acostumbrados a los cuplés de Juan Carlos se hace raro que últimamente no estén a la altura. Aun así, la música me parece original. El estribillo es muuuuy largo, aunque esa ha sido la dinámica muchos años y de otros grupos. Más que largo, yo diría que es rápido y con contenido reivindicativo que a mí no me gustaría meter. La última parte siempre prevalecerá. Bonita idea la de los corazones, que será criticada, porque claro, aquí el attrezzo no mola salvo que montes una peluquería o una discoteca.

- La sombra del gótico es alargada. Exceptuando al Golfo de Cádiz, Araka la Kana puso un antes y un después a ese Juan Carlos oscuro, casi gótico. Y este tipo de tipos, valga la redundancia, da poco juego a letras que pasen a la historia.

- La reacción del público. Me recuerda a la reacción de La Serenissima en preliminares. Es lo que tiene darle mucho bombo a una comparsa y que luego no se asemeje a las obras maestras que el mismo autor se ha marcado en otras épocas. Para estar el Falla lleno de Juancarlistas, me esperaba otra cosa.

- Melodías conocidas. En la presentación hay melodía de La Serenissima, y la primera cuarteta del popurrí lleva la música de la segunda cuarteta del popurrí de Las Noches de Bohemia. En el pasodoble también hay sonido Araka.

A FAVOR:

- Es Juan Carlos. Haga lo que haga, sabes que siempre, siempre se va a salir por algún lado.

- La presentación. Muy, muy buena. Lo de siempre: hay que escucharla un par de veces darse cuenta de tamaña y preciosa letra. Siempre se deja más y más para que mañana puedas sacarle más y más punta. Grande Piojo.

- La puesta en escena. Es bestial. Cantar y hacer trucos de magia no es fácil (y no, yo tampoco pillé el truco de Javi Otero). Quizá de ahí se les haya escapado algún que otro desafine. El tema de chistera y magia puede que ya esté trillado. Por eso tiene tantísimo mérito hacerlo de otra forma, con tanto interludio currado. Trabajo encomiable. 

- El primer pasodoble. Como ya hiciera con La Banda del Capitán Veneno, el primer pasodoble ha sido el filtrado. Según ha dicho Javi Bohórquez, Juan Carlos lo escribió el mismo sábado, último día de ensayo. Maravillosa acción de la que nunca sabremos si fue estrategia, cosa que yo personalmente dudo. Juan Carlos es legal. Tampoco era para cantar "campeones", pero con todo respeto, Juan se la sacó, aun con música que recuerda a Los Príncipes.

- Las voces. Omitiendo algún que otro desafine, escuchar a Tony Piojo es indescriptible. Y además, este año, podemos escuchar mucho mejor las segundas, que por suerte están tan bien trabajadas como valoradas. El nuevo fichaje, Jesús "Cateto", ha cumplido. Otra ventaja de la crisis es que el grupo, en tema de voces, no se rompe y sigue casi como el año pasado porque salir de bolos con Juan Carlos es muy rentable.

- La música. Punteo muy bien tocado de un chaval de apenas 18 años. Bravo por Suso. 

- El popurrí. Pues parece ser que nadie está de acuerdo conmigo. Para mí, lo más destacado del repertorio a la espera de oír otros pasodobles. Un juego de voces muy bueno al mismo tiempo que se está haciendo un truco de magia no es fácil, o eso dice Juan Tamariz. La segunda cuarteta es muy, muy bonita. Piojo se sale. Y en la tercera, me encanta que Juan Carlos toque el tema del amor, así, a palo seco. "Es un dolor clavado, un ataque al corazón, un llorar para nada, una canción mal cantada, que mirada bien mirada, no es ni siquiera canción. Es la mentira capaz de convencer a cualquiera, es una primavera con las flores al revés. Un jarabe de palo tan catastrófico y malo, que te hace un nudo en el falo para el que venga después". Que alguien me despache eso con un "bah".  Qué decir de la cuarta. Muy con la temática y muy pegadiza. Estupenda. "El truco está en el corazón". Muy Disney con Juan Carlos vestido de Mister Meebles. ¿Egocéntrico? Sí. ¿Que casi siempre sale de figurante? También.

Tampoco comprendo que aquellos que atizaron a La Serenissima ahora la ensalcen para decir que esta es un truño.

Esperando al resto de agrupaciones. Juan Carlos, ese gran popular en contra del populismo tendrá que tirar de Bretones y familias debajo de un puente si los Carapapa, Remolino o Antonio Martín llegan fuerte. Puede que estos magos hayan perdido aquel halo veneciano, condenado, inmortal y caído, pero no puedo negar que me han contagiado su magia. El truco, ya se sabe, "estaba en la canción".

Link para descargar (via @carnavalerosweb): http://t.co/JeC7fWqV

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Chousea tu gratificasión, wey.